lunes, 10 de febrero de 2014

MIGUEL D´ORS

 




El próximo 20 de febrero, jueves, a las 20:30 horas Miguel D´ors estará con nosotros en el Parador de Zafra. Miguel D´Ors es un conocido poeta, nacido en Santiago en 1946, que ha escrito estos libros de poesía:
  • Átomos y galaxias (Sevilla, Renacimiento, 2013)
  • Sociedad limitada (Sevilla, Renacimiento, 2010)
  • El misterio de la felicidad. Antología poética (Sevilla, Renacimiento, 2009)
  • Sol de Noviembre (Sevilla, Númenor - Fundación Cultura Andaluza, 2005)
  • 2001. Poesías escogidas (Sevilla, Númenor - Fundación Cultura Andaluza, 2001)
  • Hacia otra luz más pura (Sevilla, Renacimiento, 1999)
  • La imagen de su cara (Granada, Comares - La Veleta, 1994)
  • Punto y aparte (1966-1990) (Granada, Comares - La Veleta, 1992)
  • La música extremada (Sevilla, Renacimiento, 1991)
  • Canciones, oraciones, panfletos, impoemas, epigramas y ripios, o Cajón de sastre donde se hallará todo cuanto deseare el lector amigo, y el no tanto sobradas razones para seguir en sus trece (no venal 1990)
  • Curso Superior de Ignorancia(Murcia, Universidad de Murcia, 1987)
  • Es cielo y es azul (Granada, Universidad de Granada - Colección Zumaya, 1984)
  • Chronica (Granada, Diputación Provincial de Granada, 1982)
  • Codex 3 (Ciudad Real, Museo de Ciudad Real, 1981)
  • Ciego en Granada (Burlada, Gómez, 1975)
  • Del amor, del olvido (Madrid, Rialp, 1972)
 miguel d'ors - del amor, del olvido - rialp adonais 1972 (Libros de lance (posteriores a 1936) - Literatura - Poesía)Portada
PUNTO Y APARTE 


El libro de lectura que recomendamos es: El misterio de la felicidad (Sevilla, Renacimiento 2009), una antología de su poesía hasta el año 2009 y con un interesante prólogo de Ana Eyre. Para conocerlo un poco más os dejamos un poema de su primer libro titulado los abuelos:

                      Los abuelos
El abuelo era blanco; conocía
dos cuevas y sabía seguir huellas de lobo.
La abuela era menuda y tibia como un nido:
jugábamos a pájaros con ella.

... Y, alrededor, los dos llevaban como
un contorno de campos y palomas:
cruzaban el umbral y parecía
que con ellos entraba el verano en la casa;
al contarnos los cuentos, en sus voces
oíamos molinos y cuervos alejándose
y hasta en las mismas ropas nos traían
un recuerdo fragante, un recuerdo lluvioso
del heno y la retama...

... Y el abuelo, qué manos de valiente,
qué venas, retorcidas como parras;
las ganas que me daban
de cumplir en un día sesenta y cuatro años
para tener dos manos como aquéllas...

Luego, la abuela, aquellas zapatillas
de nube que llevaba,
aquel ir y venir, como volando,
de la escoba al misal, de sus gallinas
a las sábanas frescas,
de la labor de lana a los geranios,
del pan a las mejillas de sus nietos...
que entonces, suavemente, quedábamos dormidos
creyendo que la abuela no se acostaba nunca.

De “Del amor, del olvido”

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Expresa tu opinión